¿Qué es el sensor de temperatura del motor?
El sensor de temperatura del refrigerante, conocido como sensor ECT (Engine Coolant Temperature), es un componente esencial en los motores modernos. Su función principal es medir la temperatura del líquido refrigerante y enviar esta información a la unidad de control del motor (ECU).
Gracias a esta lectura, la ECU ajusta parámetros vitales como:
- La mezcla aire-combustible.
- El tiempo de encendido.
- El funcionamiento del ventilador del radiador.
- El sistema de arranque en frío.
Cuando este sensor falla, puede provocar un comportamiento anómalo del motor, especialmente en los primeros minutos tras el arranque.

Fallas relacionadas con el sensor de temperatura
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Estas fallas en este componente afecta directamente al rendimiento del motor, al consumo de combustible y al sistema de refrigeración.
Síntomas de un sensor de temperatura defectuoso
Los síntomas más comunes que pueden indicar una avería en el sensor de temperatura del motor son:
- Dificultad para arrancar el motor en frío.
- Ralentí inestable o revoluciones irregulares.
- Mayor consumo de combustible.
- Activación del ventilador a destiempo o continua.
- Testigo de fallo motor encendido.
- Humo negro en el escape (mezcla rica).
Estos síntomas suelen aparecer especialmente cuando el motor aún no ha alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento.
¿Qué causa el fallo del sensor de temperatura?
El sensor ECT puede fallar por varias razones:
- Desgaste por el paso del tiempo.
- Contaminación del refrigerante.
- Falsas lecturas por conexiones eléctricas sueltas o sulfatadas.
- Cortocircuito interno.
- Acumulación de sarro en el sistema de refrigeración.
En algunos casos, el problema no es el sensor en sí, sino la calidad o el nivel del refrigerante, o un mal contacto en el conector.
Solución: ¿cómo se detecta y repara?
1. Diagnóstico
Lo primero es realizar un escaneo con un lector OBD2 para comprobar si hay códigos de error relacionados con la temperatura del motor (como el P0115, P0116, P0117, P0118 o similares).
También se puede comparar la lectura en frío del sensor con la temperatura ambiente. Si la diferencia es notable, es señal de fallo.
2. Sustitución del sensor
Si se confirma que el sensor está defectuoso:
- Se localiza en el motor (generalmente cerca del termostato).
- Se vacía una pequeña cantidad de refrigerante para evitar derrames.
- Se desenrosca el sensor antiguo.
- Se coloca el nuevo con su junta tórica correspondiente.
- Se rellena y purga el sistema de refrigeración.
3. Limpieza o revisión del conector
En algunos casos, el problema está en el conector eléctrico. Se recomienda:
- Desconectar y limpiar con limpiador de contactos.
- Revisar continuidad del cableado.
- Comprobar que no hay corrosión o sulfatación.

¿Se puede conducir con el sensor de temperatura dañado?
Sí, pero no es recomendable. El motor funcionará en modo emergencia, usando valores predeterminados, lo que aumentará el consumo de combustible, las emisiones y el desgaste prematuro. Además, puede haber riesgo de sobrecalentamiento si el ventilador no entra en funcionamiento.
¿Dónde reparar el sensor de temperatura en Canarias?
Un sensor de temperatura dañado es una avería sencilla de detectar y reparar si se acude a un taller con experiencia en diagnóstico electrónico.
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